La solidaridad es mujer, y además, guapísima
El dúo musical Ivanga Blue llegó a mi vida por casualidad. Su creación y la mía comparten cuatro letras azules, así que los motores de búsqueda decidieron que debía conocerlas, y Facebook, que debíamos ser amigos...
Pero las casualidades no acabaron allí: Victoria y Bianca eran un retrato vivo de Rubí y Esmeralda, las dos Hadas madrinas de Heliópolis: El Blues del Hada Azul... O mejor dicho, encarnaban el sueño de mis personajes: la realización que alcanzarían si a su buena voluntad les hubiera acompañado el talento, la suerte, y la armonía entre cuerpo y espíritu.
En todo lo demás eran idénticas: la misma simpatía, la misma feminidad, la misma amistad entrañable y a prueba de fuego... Pude comprobarlo tras nuestra primera entrevista, en la que les propuse participar en la filmación del book trailer de Heliópolis: El Blues del Hada Azul. Ellas aceptaron encantadas, sin pedir nada a cambio y con una sonrisa en el rostro. ¿Por qué?
No podía entenderlo. El día de la filmación llegaron engalanadas de rojo y verde, espectaculares. Actuaron con dos actrices profesionales, cosa que ya no me sorprendió: desde el día en que las descubrí, había tenido tiempo de empaparme de su música, sus vídeos y su trabajo a favor de los más necesitados. Porque resultó que Ivanga Blue es también un proyecto humanitario: la recudación de sus discos y conciertos financia las obras de mejora del Orfanato Nuestra Señora de la Almudena en Malabo, Guinea Ecuatorial. Bianca y Victoria donaban su trabajo y su música, convirtiéndose en dos hadas madrinas incluso antes descubrir que lo eran. ¿Pero por qué?
Luego me devolvieron la invitación, y fue mi turno de participar en otro de sus proyectos. Victoria Evita Ika presentó su primera novela, Mokámbo: Aromas de Libertad, y un tal Gustavo Liévano (presunto escritor), les acompañó en distintos actos. La historia que se cuenta en Mokámbo fue, una vez más, fuente de múltiples casualidades y encuentros –a tal punto que se merecen una entrada aparte–: estamos ante una nueva versión del mito de Cenicienta, personificado en una muchacha que es a un tiempo el espíritu de la mujer, de la solidaridad y de África. En ese libro encontré la respuesta a mi pregunta...
Ivanga Blue es solidaria porque es mujer. No es retórica feminista (aunque vendría muy a cuento, siendo hoy el día internacional de la mujer), sino un argumento contundente. Tradicionalmente han sido Ellas las encargadas de proteger, alimentar y ayudar; de distribuir equitativamente, colaborar y construir cadenas de solidaridad..., y ahora además crean, innovan y trabajan fuera del hogar. Yo mismo, a pesar de mi interés por no perpetuar los estereotipos del género, no pude librarme de esta realidad histórica e hice que mis Hadas fueran mujeres. Rubí, Esmeralda, Azul e incluso Aurora tenían que ser como Victoria y Bianca, o como tantas madres, hermanas, abuelas y amigas que han estado allí siempre que uno las ha necesitado.
La solidaridad es mujer, y además, guapísima. No hay más que ver el nuevo vídeo de Ivanga Blue, que habría sido la envidia de Rubí y Esmeralda (quizás algún día cuente su historia...). Toca disfrutar con su música y su alegría; comprar sus discos y el libro de Victoria, y dejar que la magia de este dúo haga el resto. Recordad además que, con vuestra ayuda, Heliópolis se sumará a su labor humanitaria y podremos llevar la navidad a Malabo. ¡No hay nada que me haría más ilusión!
Si es que... Todos tenemos somos un poco Hada en nuestro interior, para qué engañarnos.
Comentarios
Un fuerte abrazo.
Tus amigas Victoria y Bianca.
Un grandioso abrazo a tod@s y que vuestros proyectos salgan tan bien como merecéis.