"Hermano", de José Luis Serrano
(Del lat. artificĭum).
Real Academia Española –
Diccionario de la lengua española.
La palabra “artificio” suele tener connotaciones negativas
en su uso cotidiano. Probablemente haya que remontarse a esa concepción
maniquea (y absurda) de lo artificial contra lo natural para explicar la razón,
cosa que no interesa. Habría que hablar
aquí de si lo humano es divino o mundano; de si un acorde mayor es armónico
porque sí (por los armónicos que nadie escucha); de si la ergonomía del plátano
fue pensada en función de la forma de la palma de la mano, cosas que tampoco
interesan (excepto, quizás, el asunto del plátano).
Pero la RAE confirma nuestras sospechas de que lo
artificioso no es peyorativo, ni mucho menos. La Real Academia Española asevera,
por tanto, que Hemano –novela del
escritor José Luis Serrano, Elputo Jacktwist, y publicada por Egales)– es arte,
primor, ingenio y habilidad, aplicando tantas falacias lógicas como sea
necesario para llegar a esta conclusión disimulada, cautelosa, artificial y,
sin embargo, verdadera.
Y es que Hermano
es un artefacto literario perfectamente construido. Es matemáticamente coherente
con una finalidad estética, y ejemplo de un mecanismo (cuántico) bien
engrasado. Porque toda la novela es una mentira tras otra –como cualquier otra
obra literaria que se precie–, bien dispuestas todas ellas y articuladas para
causar un efecto que se resume en una única palabra. Una palabra situada cerca
del final del libro –aunque se la anuncia mucho antes; es como un esquivo gato
de Schrödinger– y cuya patente tiene que estar protegida de spoilers, para el bien de toda la santa colección de potenciales lectores de
la novela.
Las espectaculares imágenes de esta guía de viajes por
Birmania, los momentos más divertidos de su juego (¡menudo primer capítulo!),
su humor camp bien dosificado, la
tristeza inmanente a todo (incluso a las sonrisas ensimismadas)…, todo estalla
al leer esa palabra que el libro anuncia –que yo anuncio también–, y que es uno
de los mejores artificios narrativos que he tenido el placer de leer.
No puedo recomendar lo suficiente esta novela, porque me
resultaría indecente. Sería como pregonar que se enseñara la teoría evolutiva
en una escuela en lugar del creacionismo, porque la primera explica la realidad
“sensiblemente” mejor que la segunda. ¡Es lógico! (aunque no en todo el mundo
aplica la misma lógica).
¿Por qué deberías leer Hermano?
Porque sí. Porque así es como se escribe, así es como se lee y así es como se
siente: con risas, rabia, tristeza y placer estético condensado en una única
palabra, que necesita de toda una novela para existir y saber estar.
Las existencias complicadas o difíciles son las más
interesantes, que no os quepa duda.
El asombro del extraño paralelismo de que dicha palabra con
la palabra clave de mi novela, Heliópolis:
El Blues del Hada Azul –donde sólo el género de la misma, es decir, una
letra, marca la diferencia– me lo reservo. Connotaciones muy diferentes para
una misma cosa, pero unidas con (in)timidez y complicidad.
A veces me gusta pensar que la novela de José Luis y la mía
son hermanas (aunque jamás me corresponderá esa atribución por pura modestia),
y me regodeo en ello de forma casi malsana.
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