El peor Pinocho posible
La versión live action de Pinocho (Robert Zemeckis, 2022) es, como poco, problemática....
El casting del Hada Azul es uno de los pocos aciertos de una película que, como el protagonista del film de animación, constantemente toma malas decisiones. Esperamos que Disney también aprenda de sus errores..., aunque vista la racha de pésimas adaptaciones, hay poco margen para la esperanza.
A continuación, una lista plagada de spoilers de los peores desatinos del guion de este nuevo Pinocho:
1. La mentira como solución a tus problemas
La película de animación tenía un mensaje claro: la mentira nos aleja cada vez más de ser libres y de ser nosotros mismos. A Zemeckis, en cambio, le pareció buena idea que Pinocho escape diciendo mentiras de la jaula en que le encierra Strómboli. ¿Ninguno de los ejecutivos que leyó el guion vio esto?
2. Personajes que mienten a los demás y a sí mismos
¿No le había prometido el Hada Azul a Pinocho que se convertiría en un niño de verdad? ¿No nos vendieron que Pinocho es fruto del deseo de Geppetto de volver a ver a su hijo muerto? En ese caso, ¿por qué le miente al final, diciéndole que su deseo fue darle vida? Esta gente miente más que habla.
3. Devaluando a Pinocho
Tal sería el terror de Disney a explicar por qué Geppetto llegó a esa edad sin hijos, que se inventaron la historia de la mujer y el hijo fallecidos. ¿No le resta eso todo valor al personaje de Pinocho, que pasa a ser una reencarnación / sustituto de un "niño de verdad", en lugar de una creación / deseo de Geppetto?
4. Acción y humor de guionista aburrido
"Necesitamos que Pepito Grillo no esté presente en la caravana de Strómboli para meter otro personaje" (una decisión ya de por sí cuestionable). Eso lleva a: sembrar la idea de que el camino al colegio está en mal estado, haciendo un mal chiste sobre los impuestos que pagan los habitantes del pueblo, para que una piedra impacte más adelante contra el frasco donde han encerrado a Pepito y lo libere. ¿En serio?
5. Pinocho sin agencia
El Pinocho de Zemeckis no toma decisiones, sino que "le pasan cosas" en un intento por quitarle cualquier rastro de maldad al personaje, y logrando el efecto contrario: el niño de madera nunca puede crecer ni convertirse en un héroe, pues no ha cometido errores de los que pueda aprender.
6. Pinocho resentido
El peor atentado contra el personaje es, con toda seguridad, el darle una justificación para no obedecer a los humanos, haciendo que esté resentido con ellos por haberle discriminado. La escena en que echan a Pinocho del colegio y otros niños se burlan de él es terrible, pues hace de él una víctima, y con razón.
7. Geppetto alcohólico
Tras la penosa escena de los relojes de cuco (con música que no da la talla, y con el director adulando a Disney hasta límites obscenos. ¿Quién es la marioneta, Zemeckis?), Geppetto hace un "chiste" en el que da a entender que podría ser alcohólico. Un detalle magistral para desarrollar el personaje, sin duda...
8. Pinocho también se da a la bebida
La película intenta evitarlo por todos los medios (y le echa la culpa a la presión de pares), pero al final Pinocho "se moja los labios" en la cerveza que carga consigo durante varios minutos de metraje. El único cambio necesario (junto a la eliminación del tabaco), no lo hicieron. ¿De tal palo, tal astilla?
9. Hagamos más feos a los personajes
Monstruo ha pasado a ser un leviatán en toda regla, quizá por miedo a que alguna ONG se les echara encima por representar a las ballenas como seres violentos. ¿Pero por qué Pepito Grillo es tan feo? Parece que le hubiera arrancado la cara a un grillo enemigo y que ahora la usara de máscara.
10. Y por último, la caca
La escena de Pinocho contemplando durante medio minuto un truño es... sospechosa. ¿Será un grito de auxilio de Zemeckis, quien nos avisa así de la poca libertad creativa que le dio el estudio? ¿O es una acto de reflexión y autocrítica, en el que reconoce estar dirigiendo una mierda de película?
Pinocho (la de 1940) es una de mis películas favoritas, y el punto de partida de Heliópolis: El Blues del Hada Azul. Me da pena que su remake se haya alejado tanto de ser una buena película. Entiendo que no va dirigido a mí (pero si no es así, ¿a quién? ¿Es este un film que le pueda gustar a un niño de verdad?), y que la película de animación no dejará de existir porque ahora haya una versión live action...
Pero ¿qué sentido tiene hacer mal cine, e intentar actualizar historias que se quedan en una parodia de sí mismas?
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